EN EL HOMBRE SE VE A DIOS

El hombre, con su existencia, autoconciencia,
libre albedrío y amor es imagen de Dios.
Tenemos necesidad de vivir eternamente
para gozar todo lo bueno, y expresar nuestro amor y felicidad
junto a todos los amados.
Y en nuestra vida, en ocasiones, podemos tener un adelanto
de todo aquello.
Y también podremos pregustar la contemplación de Dios,
mirando en nuestro interior al Autor y fuente de todo Bien,
ayudados por la consideración de lo que somos nosotros frente a Él.
Una mirada que trasciende y se convierte en sentimiento de intimidad.